Es algo que hemos oído muchas veces de pequeños. No bebas tantos refrescos con gas, que se comen el esmalte de tus dientes. Algunos abuelos hasta juegan la carta de que las bebidas con gas producen piedras en el riñón. Tras la sabiduría popular hay algo de verdad, pero el culpable no es el C02, sino el H3P04.Read more...