La marca Nokia ha vuelto, pero los retos a los que se enfrenta HMD Global son mayores que nunca.
7.200 millones de dólares. Esa fue la cantidad que Microsoft desembolsó para adquirir la división de telefonía y servicios de Nokia. Lo anunció en septiembre de 2013, tras dos años trabajando de forma muy cercana al gigante finlandés.
Cuatro años más tarde, la imagen es muy diferente. Microsoft ha reducido considerablemente los esfuerzos en el mercado mobile tras no cosechar los resultados esperados. La adquisición de Nokia, en muchos sentidos, resultó un fracaso de 7.200 millones de dólares.
La adquisición de Nokia, en muchos sentidos, resultó un fracaso. Windows nunca despegó en telefonía.
Tres años más tarde de aquel movimiento, la marca Nokia vuelve a los ruedos. Pero ya nada es igual. Los equipos de desarrollo son diferentes, la cultura corporativa es completamente nueva y, sobre todo, Nokia no es quien está detrás de estos teléfonos.
La empresa detrás de los nuevos teléfonos de Nokia es HMD Global Oy, más conocida como HMD. La empresa adquirió parte de Microsoft Mobile y obtuvo la licencia de Nokia para desarrollar y comercializar dispositivos bajo la mítica marca de telefonía móvil. Su relación con Nokia, de hecho, es muy estrecha: parte de su equipo proviene directamente de Nokia; su sede se sitúa en Espoo (justo delante de de los headquarters de Nokia); y el portfolio de productos se anuncia directamente en la web de Nokia.El primer fruto de este nuevo matrimonio es el Nokia 6, un teléfono de …