Al final, quien no aceptó fue Apple.
Hace algo más de dos lustros, las ventas de móviles en España se hacían mayoritariamente a través de las operadoras. Aunque esto sigue vigente, antes era algo mucho más pronunciado. No había apenas canales de distribución online y el mercado libre era algo atípico, cosa de nichos. Se estilaba firmar permanencias y conseguir “gratis” o de forma subvencionada (con muchos matices, esto) los terminales.
Además de eso, los teléfonos móviles también eran escaparates andantes de las telecos, y cebos para sus servicios. El logo de la operadora impreso en la carcasa, cargado en la pantalla de arranque, y un acceso directo en la pantalla de inicio al portal WAP de turno (Movistar Emoción, Vodafone Live!, Orange World…). Con un poco de suerte, incluso se modificaba la apariencia de los menús para acoplarse a los colores y opciones de conectividad de cada operador. De hecho, y según en qué países, los fabricantes desarrollaban teléfonos a medida para las marcas, quienes les indicaban demográficos del target y funciones requeridas. Hasta que llegó Apple.
“De ninguna forma vamos a aceptar estas condiciones”
Telefónica fue la primera teleco en sentarse a negociar con Apple tras la llegada del iPhone. Aunque el primer modelo nunca llegó a nuestro país, y de hecho solo desembarcó en un número de mercados muy reducido, el iPhone 3G fue el primero en aterrizar en los escaparates españoles, y lo hizo exclusivamente a través de Movistar. Para la operadora de Telefónica eran los buenos tiempos: superaba las …