El hermetismo de Apple en otras épocas ya no existe. Su caja de los secretos suele abrirse antes de tiempo, tal vez por motivos estratégicos (causar expectación) o para adelantarse a la competencia (quien lo anuncia antes se lleva el gato al agua). En el año de su décimo aniversario, el próximo mododelo de iPhone, cuyo nombre podría variar entre iPhone 8 y iPhone X, el gigante de la tecnología busca un revulsivo que vuelva a sorprender.
La maquinaria de la rumorología lleva tiempo a pleno rendimiento. Se espera que su presentación se produzca en las primeras semanas de septiembre. Por ahora, ha trascendido que la firma de la manzana está trabajando en un diseño más espectacular que sus predecesores, eliminar la mayor parte de los bordes para entregar una parte frontal cubierta casi en su totalidad por una pantalla y algunas funciones extraordinarias, aunque algunos problemas técnicos en su fabricación puede llevar a cancelar algunas ideas.
En varios aspectos coinciden Mark Gurman (de Bloomberg) y Ming-Chi Kuo (de KGI Securities), dos de los analistas a los que se suelen atribuir certeros vaticinos. En este caso, se habla de la posibilidad que el próximo iPhone incorpore un revolucionario sistema de reconocimiento facial entre otras tantas novedades.
Tres modelos diferenciados por tamaño
La idea más extendida y que más fuerza tiene es que Apple planea lanzar hasta tres nuevos modelos de iPhone este año. Los dos primeros contarán -según Ming-Chi Kuo- con pantallas tipo LCD como los actuales …