Recientemente, los perfiles en redes sociales de la Guardia Civil llamaban la atención de los usuarios —concretamente, los de WhatsApp— sobre una ciberestafa que está causando estragos. Y es que, si caemos en la misma, perderemos el control de nuestra propia cuenta en la aplicación de mensajería, quedando todo nuestro historial de conversaciones a disposición de los atacantes… que podrán conversar con nuestros contactos haciéndose pasar por nosotros.
Supongo que te das cuenta de lo peligroso que puede resultar eso. El modus operandi es, en realidad, tremendamente simple:
1. Código de verificación: La estafa comienza cuando el estafador intenta registrar el número de teléfono de la víctima (es decir, tú) en WhatsApp en un dispositivo diferente (el suyo). La consecuencia de eso es que WhatsApp envía —mediante un mensaje SMS— un código de verificación de seis dígitos al número de teléfono de la víctima. La idea es que quien ha realizado la solicitud de registro pueda demostrar ser el actual propietario de la cuenta (cosa que, en este caso, no es).
2. Mensaje engañoso: El estafador luego se pone en contacto con la víctima a través de WhatsApp, a menudo haciéndose pasar por un amigo o familiar (que posiblemente haya caído ya víctima de la misma estafa). El estafador inventa una excusa para pedirle a la víctima que comparta el código de seis dígitos, alegando que lo necesita de manera urgente. Normalmente, es algo como esto:"Te envié un código por error, ¿me lo puedes reenviar?"
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