Los últimos años han sido verdaderamente interesantes entre las compañías más grandes de los videojuegos; sí, hablamos de Xbox, Nintendo y PlayStation, las cuales han cambiado de manera rotunda su mensaje y han pulido la manera en que hablan unas de otras. La ventaja en cuanto a números se la ha llevado PlayStation, compañía que ya se posiciona como la hija pródiga de Sony debido al éxito del PlayStation 4. Por su parte, Xbox ha renovado su primer modelo de Xbox One y Nintendo cortó el tiempo de vida del Wii U para adelantarse a la portabilidad de oriente con el Switch. Todas estas jugadas no han sido en vano, pero algo nos queda claro: Sony no quiere perder la delantera.