*Por Marc Asturias, vicepresidente de Marketing, Comunicaciones, Relaciones Publicas & Asuntos Gubernamentales de Fortinet
Los sucesos de las últimas semanas han puesto al mundo en alerta sobre nuevas formas de ataques que pueden afectar a la estabilidad política internacional. Hemos estado leyendo sobre la posibilidad de ataques ciberterroristas a gran escala, de hacktivismo, robo cibernético para obtener fondos a ser utilizados para terrorismo y actos contra infraestructura crítica.
Los ciberdelincuentes tienen muchos incentivos distintos detrás de sus acciones. La noción común es que la mayoría de los hackers y criminales buscan ganancias monetarias. Sin embargo, crear inestabilidad en un país en particular puede ser la principal motivación por parte de estados nacionales adversarios, ciberterroristas o grupos de hackers que buscan una ventaja estratégica, militar, de terror, económica, política, o un cambio social.
Los ataques dirigidos a la infraestructura crítica de un país han tenido éxito en el pasado, incluida la interrupción de la red eléctrica de Ucrania en dos ocasiones distintas entre 2015 y 2016. Más recientemente, el gobierno de los EE. UU. advirtió a las plantas de energía nuclear de una mayor amenaza de ataques cibernéticos en sus instalaciones. Las infraestructuras críticas de América Latina también enfrentan amenazas y riesgos similares.
La infraestructura crítica son aquellos sistemas y activos, ya sean físicos o virtuales, tan vitales para un país que la incapacidad o destrucción de dichos sistemas y activos tendría un impacto debilitante en la seguridad, la económica nacional, la salud pública o cualquier combinación de estos asuntos clave. Como …