OSIRIS-REx, la misión de la NASA que tiene como objetivo estudiar el asteroide Bennu y traer muestras de su superficie a Tierra, ya tiene a la vista su objetivo.
Desde el pasado 17 de agosto y a unos 2,2 millones de kilómetros una de sus cámaras de a bordo ya es capaz de distinguir Bennu. El equipo de la misión usará esas imágenes para ir refinando la trayectoria de la sonda y para ver si hay algún peligro en el entorno de Bennu como por ejemplo algún fragmento grande de roca contra el que pudieran chocar.
After traveling for ~2 years, @OSIRISREx has caught its 1st glimpse of asteroid Bennu – officially beginning its final approach phase. Slated to arrive on Dec. 3, OSIRIS-REx will spend the next few months surveying its target & nearby surroundings. Details https://t.co/5udGcv55Nn pic.twitter.com/ZwpDsseHT0— NASA (@NASA) 24 de agosto de 2018
Esto marca también el inicio de la fase de operaciones con el asteroide, con lo que los instrumentos de a bordo comenzarán ya a estudiarlo, aunque no será hasta noviembre cuando las cámaras de a bordo empiecen a distinguir detalles en su superficie.
La llegada a Bennu, que con un diámetro de apenas 500 metros será el objeto más pequeño alrededor del que hayamos puesto una nave en órbita, está prevista para el 3 de diciembre. OSIRIS-REx pasará los primeros meses estudiándolo desde distancias de entre 7 y 19 kilómetros mientras sus controladores le cogen el truco a maniobrar en las proximidades del …