Una cruz de colores se ve desde el cielo; no son sombrillas, parecen más bien hexágonos que se levantan entre los ríos que separan a los techos de Jalisco, donde normalmente habría asfalto. Tampoco son flores, aunque fácilmente podría pasar por un cúmulo variopinto de ellas.
A ras de suelo las flores/hexágonos/sombrillas se revelan como lo que son, la majestuosidad de un tejido hecho a mano por 199 artesanas y un artesano, todos de origen jalisciense. Su trabajo es tal que en 24,744 horas a lo largo de ocho meses han terminado el tejido de 2,832 metros cuadrados.
La ardua tarea que se convirtió en esta maravilla visual y artística hizo que los Record Guinness reconocieran la labor. El trabajo ha sido tanto que se coloca sin problema como el tejido más grande del mundo, superando al que tenía entonces el primer lugar que apenas es de 1,000 metros cuadrados.
El pabellón de tejido más grande del mundo está Etzatlán, Jalisco. Suspendido a alturas de entre tres y cuatro metros, son 2,832 metros cuadrados que alcanzan para cubrir las principales cales del centro. Todo él, hecho con Crochet, se sujeta con fuerza de las fachadas, pues su peso total es de 824 kilos.
Orgullo del estado y ahora promovido por la secretaría de turismo local, el trabajo se compone de 8,000 piezas hexagonales de rafia tejida a mano hechas para celebrar al patrón de Etzatlán, el Señor de la Misericordia.
Etzatlán luce espectacular gracias …