Hace tres semanas, analizábamos en Genbeta qué era una VPN y cómo funciona. Estas redes privadas virtuales suelen mencionarse cuando se habla de proteger nuestra conexión de la intervención o vigilancia de terceros, sean autoridades o ciberdelincuentes, gracias a que tunelizan nuestro tráfico de Internet, manteniéndolo a salvo de miradas indiscretas.
Sin embargo, son muchos más los ámbitos en que podemos agradecer la opción de recurrir a una conexión VPN que no sólo lo relacionado con la privacidad y la seguridad. Repasemos algunos:
Acceder a redes remotas corporativas
En algunos casos, determinadas redes internas de empresas, universidades o instituciones públicas requieren que cualquier conexión desde el exterior se lleve a cabo a través de canales seguros que evitan que nuestra conexión sea intervenida por un hacker que pueda poner en peligro toda la red. En esos casos, la compañía e institución correspondiente pondrá a disposición de sus empleados/usuarios la VPN correspondiente para permitirnos realizar tal conexión segura.
Comentar y publicar anónimamente
Las VPN enmascaran nuestra IP: es decir, no es nuestra IP, sino la del servidor VPN que usamos, la que se conecta al servidor web de la web o plataforma a la que pretendemos acceder. Eso nos permite publicar contenidos anónimamente, sin que nadie pueda relacionarnos con ese comentario en la web de un periódico digital, o de esa edición de una página de Wikipedia (donde, además, consta la IP usada) en la que misteriosamente se revela algo que sólo podría saber un miembro de tu empresa, partido, sindicato …