A Abigail la despiertan unos tacones en el piso de abajo a las 2 de la mañana de un miércoles cualquiera. A los tacones le acompaña música tremendamente fuerte, y cuando baja a reclamar la música disminuye, sin que le abran la puerta. Resignada, sube escaleras de vuelta a su departamento, pero la música vuelve a subir de volumen en cuanto llega a su puerta.
Cuando se da a la tarea de buscar qué ocurre con ese departamento, recién rentado en la colonia Juárez, se da cuenta que alguien lo consiguió a través de Airbnb.
Una rápida investigación frente a la computadora le arroja una verdad que es constante debate de grandes metrópolis: los departamentos de airbnb pueden dar más dividendos que un departamento que se renta sin la plataforma. En específico, el que está debajo de Abigail, cuesta la noche 35 dólares, lo que daría (si se ocuparan todas las noches del mes) un aproximado de 21,000 pesos. El suyo tiene una renta de 14,000 pesos.
No es para nadie un secreto que el modelo de negocios permite que un inmueble rentado a través de Airbnb dé, si se le da el cuidado constante y mantenimiento apropiado, mayores dividendos que rentar una propiedad por la vía tradicional. Al final, tal y como detallan los especialistas demográficos Álvaro Madrigal y Antonio López, un turista está dispuesto a pagar más que un inquilino con renta de mediano y largo plazo.
Es solo natural que privados comiencen …