Cuando un astronauta parte en una misión tiene prácticamente programado al minuto lo que hará durante sus turnos de trabajo. Pero a veces ocurren imprevistos, como el que hizo que Peggy Whitson y Jack Fischer tuvieran que llevar a cabo un paseo espacial de contingencia el 23 de mayo de 2017 para sustituir un componente de la Estación Espacial Internacional.
Se trata de la unidad conocida como External Control Zone Multiplexer/Demultiplexer 1 (EXT-1 MDM), un dispositivo que se encarga de recoger señales de distintos sensores repartidos por algunos de los sistemas de la Estación y enviarlos al control de la misión y que también transmite los comandos que se le mandan a los sistemas en cuestión. Es, simplificando mucho, como una especie de router del sistema de control de la EEI.
Esta unidad dejó de funcionar el sábado 20 a las 20:13 hora peninsular española sin haber dado antes ninguna señal de problemas y sin que nada de lo que intentaron desde el control de la misión consiguiera ponerla en marcha de nuevo.
El EXT-1 MDM tiene un gemelo, el EXT-2 MDM, que entró en funcionamiento de forma automática en cuanto falló el primero, ya que los sistemas de la EEI están preparados para este tipo de fallos. Pero así sólo quedaba un MDM controlando una serie de sistemas como el sistema eléctrico secundario, las juntas rotatorias que orientan los paneles solares de la Estación hacia el Sol, las juntas que controlan la orientación de los radiadores y el sistema …