No es un secreto que Google está realmente lejos de Open AI en estos momentos, ni tampoco lo es que las enormes posibilidades de ChatGPT-4 ensombrecen demasiado a la alternativa made by Google que, ciertamente, sí parece que llegó muy pronto y de un modo apresurado en exceso, aún sin cocinar prácticamente.Es lógico pues que Google Bard no funcione todo lo bien que se espera, de hecho es que incluso el propio gigante de Mountain View le coloca siempre al lado la etiqueta de "experimento", pero lo que ya no parece tan lógico ni normal es que Google presentase Bard sin atender las groseras críticas internas que los propios empleados habían reportado de un servicio que estaba todavía en pañales.No mienten los informes de los que se hacían eco los compañeros de Android Authority, y es que hasta 18 empleados actuales y anteriores de Google han hablado sobre las capacidades de Bard afirmando que "es peor que inútil", llamándole abiertamente "mentiroso compulsivo" o diciendo que por ahora "es digno de vergüenza".Parece pues que Google tiene mucho trabajo por delante para recuperar el terreno perdido en cuanto al desarrollo de estas inteligencias artificiales conversacionales, que sin duda suponen un ataque a la línea de flotación de su negocio principal, el buscador, que tendrá que integrar más rápido de lo esperado estas funcionalidades basadas en aprendizaje profundo y en IA.Así se entiende que en Mountain View hayan echado mano de Deepmind y vayan a fusionar sus divisiones Brain de Google Research con …