Es común que, al salir de casa, algunas personas dejen el WiFi encendido en sus teléfonos celulares. Esto puede deberse a un descuido, a que así se aseguran de que su dispositivo se conecte a la red doméstica en cuanto lleguen a casa, o sencillamente a que no se le da la suficiente importancia. Sin embargo, esto puede acarrear algunos problemas de seguridad.
Cuando dejamos el WiFi encendido en nuestro teléfono, permitimos que este se conecte automáticamente a todo tipo de redes abiertas. El problema es que estas no siempre son inofensivas, y sin saberlo, estaríamos dándoles acceso a la información almacenada en los smartphones, incluso a nuestra ubicación.
El asunto de la ubicación
No es extraño que guardemos las redes de los lugares que visitamos con frecuencia, como la de nuestro café o restaurante favorito, o quizás la del banco o algún parque cercano a nuestra casa. Aunque es algo muy práctico (solo basta con entrar a estos sitios para que nuestro teléfono se conecte), al hacer un seguimiento de estas redes, alguien podría conocer nuestra rutina y ubicación.
Es por eso que si queremos proteger nuestra privacidad, vale la pena borrar las redes a las que nuestro teléfono ya esté vinculado. Si solo accedemos a estas cuando lo necesitemos, podremos prevenir que nuestra ubicación quede expuesta, además evitaremos conectarnos sin saberlo a alguna red maliciosa.
Conectarnos a redes públicas como las de los centros comerciales, restaurantes u hoteles puede someter …