En 1996 el videojuego estaba lejos de alcanzar el grado de democratización que tiene actualmente. Por entonces, seguía entendiéndose como un entretenimiento «solo para niños». Sony acababa de aterrizar en la industria con la primera PlayStation, Sega trataba de competir con su Saturn, Atari se despedía del mundo de las sobremesas con Jaguar y Nintendo, la casa de Mario y Zelda, estaba a punto de poner en el mercado su Nintendo 64. Mientras que eso ocurría, la tecnológica de Kioto seguía dotando de títulos a su Super Nintendo y a su Game Boy. Precísamente, este último sistema, recordadísimo por los chicos que crecieron en los noventa, fue el encargado de darle un hogar un no tan lejano 27 de febrero de 1996 a una de las fraquicias más importantes de la historia. Una de las encargadas de llevar este tipo de entretenimiento al siguiente nivel: Pokémon. Que vio la luz en Japón en la forma de dos títulos, 'Pokémon Verde' y 'Pokémon Rojo'.
Precisamente, el pasado sábado la franquicia de Pikachu, Bulbasaur, Squirtle, Charmander y compañía cumplió los 25 años. Desde el principio, la idea de Game Freak, el estudio detrás de la saga, un videojuego de rol (RPG), en el que el jugador se ponía en la piel de un joven entrenador cuyo objetivo era atrapar a los 151 pokémon de la Pokédex inicial, hacer más fuerte a su equipo, derrotar a los ocho líderes de gimnasio y vencer en la Liga Pokémon a los mejores entrenadores.
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