Hay un lugar muy especial en alguno de los siete círculos del infierno para los artífices de las llamadas comerciales no solicitadas. Esas llamadas que te despiertan en plena siesta, llevadas a cabo por robots o por comerciales que sin ninguna forma de ética buscan meterte miedo o chantajearte para que accedas a pagar por su servicio. Por eso es una muy buena noticia que la ley deje de permitir esas llamadas comerciales.

El Gobierno de España ha modificado el artículo 66 de la Ley General de Telecomunicaciones para reconocer el "derecho a no recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial". Suena muy claro, aunque hay modos con los que las empresas aún pueden seguir colando esas llamadas a nuestros iPhone. Y con números diferentes, para que bloquear esas llamadas no sirva.

Se "acabó" el SPAM telefónico

Esa misma ley especifica que las llamadas comerciales pueden seguir haciéndose si el usuario las ha consentido expresamente, cosa que ocurre en la gran mayoría de contratos que firmamos con empresas como operadoras o seguros.

También podemos tener problemas con la normativa europea de protección de datos, que especifica que esa protección y tratamiento de datos "deben suponer un beneficio o un interés para el responsable del tratamiento o un tercero, siempre y cuando este beneficio o interés prevalezca sobre los derechos y libertades fundamentales del interesado". Claro, eso puede usarse para justificar prácticamente cualquier llamada comercial.

Hecha la ley, hecha la trampa

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