Amarillas, rojas, azules o blancas. Las estrellas fugaces pueden adquirir casi todo el espectro de colores. ¿A qué se debe este capricho cromático?
La noche de verano cae suavemente, dejando una miríada de incontables estrellas. Si el cielo es claro y tenemos paciencia podremos ver estrellas fugaces a decenas surcando el firmamento. Es tiempo de perseidas y otras estrellas fugaces. De pronto, una luz roja ilumina el cielo. Uno de los meteoritos ha estallado en una bola de fuego diferente a las otras, de un verde fantasmagórico, frío. Amarillas, azules, o blancas... las estrellas fugaces pueden adquirir casi todo el espectro de colores. ¿A qué se debe este capricho cromático?
Química espacial
La respuesta, en realidad, es mucho más común de lo que parece. Por supuesto, la razón de sus colores no es otra que la composición química del meteoro. La interacción con los átomos de la atmósfera y la fricción con esta provocan que la materia que recubre al congelado meteorito se libere y arda. Cada elemento y sustancia tiene la propiedad de emitir diversos tipos de luz, aunque de eso hablaremos ahora. Esta combinación de colores es lo que vemos arder en una hermosa estela. Y sí, por el color de la misma podremos adivinar qué sustancias formaban el meteoro.De esta manera, podremos observar que los tonos rojos son propios de meteoritos con mucho nitrógeno y oxígeno; los tonos amarillos son propios del sodio; el verde del magnesio; y amarillos, también, o azules, del hierro. Por último, en la otra …