*Por Mauricio Cataneo, Director-Presidente de Unisys Brasil
El último ataque cibernético del ransomware WannaCry tuvo repercusiones a escala mundial y alcanzó a 200.000 víctimas en 150 países, según la policía europea.
El código malintencionado fue responsable del secuestro del acceso de los ordenadores infectados y llego a equipos de hospitales y centros de salud, empresas automotrices y de telecomunicaciones y varias agencias de gobierno alrededor del mundo.
Su propagación fue ágil y afectó organizaciones de todos los sectores y tamaños. Muchas de estas instituciones probablemente no tenían idea que podrían ser blancos de ataques cibernéticos, ya que hay un consenso engañoso de que existe un perfil preferido de los hackers.
Actualmente, todas las empresas tienen datos sensibles y deben garantizar su seguridad, con sistemas actualizados y constantemente monitoreados.
Con la concienciación pública sobre los incidentes que adquirió tal notoriedad, el tema se convirtió en parte de las discusiones de los directores de nivel C, miembros de Juntas Directivas y/o órganos deliberantes y otros foros de líderes de negocios.
Preguntas¿Será que estamos realmente preparados para afrontar este tipo de asuntos en el ambiente corporativo?
¿Cuántos de nosotros tienen formación constante acerca de seguridad digital en las organizaciones que representamos?
Si ocurre algo, ¿cuántos de nosotros tienen un plan estructurado para este tipo de crisis?
¿Cuántas empresas están preparadas para anticiparse a estos fenómenos y blindar sus datos y de sus clientes para evitar pérdidas financieras y de imagen?Hay muchas preguntas, pero las respuestas aún no están claras para la mayoría de ellas en gran parte de las organizaciones.
Es …