Este señor explica por qué no es posible ver desde la Tierra los vehículos de las misiones Apolo y los restos de otras misiones a la Luna (misiones rusas y misiones previas al programa Apolo), ni siquiera usando telescopios grandes y potentes. Esta imposibilidad ha sido usada como argumento de los “conspiracionistas” para cuestionar la llegada del hombre (y de misiones no tripuladas) a la Luna.
El motivo principal es simple: la Luna está lejos de narices, a 384.000 km de promedio, y las sondas, módulos y objetos que se dejaron en su superficie apenas miden unos pocos metros en el mejor de los casos. «Es como pretender ver desde Nueva York un moneda que hay en Florida». Además hay otras consideraciones físicas adicionales que se explican en el vídeo.
Ni siquiera es posible verlos con el Hubble. Es verdad que los telescopios están diseñados para ver objetos muy tenues y distantes, situados a distancias astronómicas, nunca mejor dicho. Pero esos objetos son galaxias y cúmulos que miden billones de kilómetros. Los telescopios más grandes están diseñados para captar más luz, pero no para obtener imágenes de alta resolución de objetos diminutos que, a escala astronómica, están aquí al lado.
El Hubble tiene un espejo de 2,4 metros de diámetro, limitado por el espacio que había en la bodega de carga del transbordador espacial que debía ponerlo en órbita. Con ese tamaño el Hubble tiene una resolución en la luz ultravioleta de unos 43 metros por píxel observando la …