Aunque muchos creemos que los recuerdos de nuestra infancia se pierden porque nuestro cerebro aún se estaba desarrollando, un reciente estudio sugiere que podríamos haber estado equivocados. Los científicos han encontrado pistas sorprendentes que cuestionan todo lo que pensábamos sobre la memoria en los primeros años de vida. Descubre qué han revelado y cómo podría cambiar nuestra comprensión del cerebro infantil.