Donde el protagonista da forma al documental.
El documental colaborativo acorta la distancia que existe entre la historia y el espectador básicamente porque esta viene de la mano del mismo creador, es decir, del mismo protagonista. En los documentales tradicionales (por llamarlos de alguna manera) es un director o productor los que tienen interés en una historia, la siguen, la filman, la editan y la presentan al público. En este proceso, inevitablemente y por la naturaleza de los procesos que se conjuntan en la creación de este tipo de materiales, la visión e interés de los creadores incide directamente en la historia. Incluso se dice que no hay tal cosa como un documental puro.
Sin meternos a ese tema con tantas aristas, cabe decir que el documental participativo viene de la mano de aquellos protagonistas de las historias; además, en trabajos más recientes, son estas mismas personas quienes se encargan de todo el proceso de creación del documental.
Algunos ejemplos de documentales colaborativos o participativos son los realizados en el taller de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (DDESER) en el Valle del Mezquital, impartido a jóvens hñä hñü y tzetzales bajo la temática de la campaña "Yo Soy Mi Cuerpo. Autorretratos con jóvenes indígenas". El resultado son materiales interesantísimos sobre estos jóvenes y la particular problemática de ejercer sus derechos sexuales y reproductivos dentro de su comunidad.
Otro ejemplo son los documentales creados en el proyecto "La Calle Cuenta", realizados en barrios de la periferia de la ciudad de …