Recién salido del horno. El Samsung Galaxy Note 8 (o SM-N950F, como le conocen en su casa) que se pone a la venta hoy es el teléfono más sofisticado de Samsung, es el más grande y también es el más caro. Que sea el mejor o no depende de lo que cada uno considere “mejor”; de su presupuesto, de sus preferencias y de sus necesidades.
Y no es tanto porque el Galaxy Note 8 no sea un gran teléfono, que lo es —literal y metafóricamente—, sino porque este año comparte catálogo con otro grande —también, literal y metafóricamente— como lo es el Samsung Galaxy S8 Plus, y con otros buenos teléfonos. El Galaxy Note 8 tiene muchas características comunes con el ya conocido Galaxy S8 Plus (incluyendo la resistencia al agua y al polvo), pero la familia Note sigue su propia línea evolutiva.
Sus especificaciones detalladas se pueden encontrar aquí.
Con 6,3 pulgadas de pantalla infinita —bordes curvos en los laterales y sin apenas marco a su alrededor— el Galaxy Note 8 es un teléfono grande. A pesar de su tamaño se puede llevar en el bolsillo, aunque no se puede utilizar de forma cómoda con una mano. Al menos no para teclear con cierta fluidez o sin activar la función “Modo operación con una mano” en los ajustes del teléfono.
Sin embargo no es un teléfono pesado en parte debido a su construcción y materiales y en parte debido a que su batería es más bien conservadora en cuanto …