Que la tinta de impresora tiene un precio absolutamente desproporcionado no es ninguna novedad. El litro cuesta más que el de perfume de lujo. Frente a hace unas décadas, ya no es tan normal imprimir en casa, porque salvo varias excepciones, ya no es tan necesario imprimir.
Yo me encuentro en una de esas excepciones. Mi pareja es maestra y necesita imprimir bastantes documentos y fichas (en color) para su clase. Por ello, en casa optamos por comprar una impresora láser de color, y se ha amortizado mucho. Ahora nos hemos mudado, y en la casa a la que íbamos había impresora de chorro de tinta. Junto a ello, me ha contado que este año no necesitaría imprimir tanto, así que lo primero que hice fue mirar el precio de los cartuchos.
Al verlo, y comprobar que la impresora que habían dejado en el apartamento era funcional pero antigua, me decanté por lo que había escuchado muchas veces desde que era un niño en los 90 "compra una impresora nueva, es más barato que comprar la tinta de otra". Craso error.
Un buen recuerdo que (ya) no es realidad
En mi infancia recuerdo que se hablara del tema y que saliera bien, y he preguntado a uno de los amigos de mis padres que recordaba haberlo comentado, y me ha dicho que era así: "En las impresoras de gama baja salía rentable frente a comprar la tinta oficia, en las más altas no".
…