Proyecto Hail Mary. Por Andy Weir. Nova (20 de mayo de 2021). 583 páginas.
El protagonista de la novela se despierta en una especie de cama ovalada montada en la pared de una habitación redonda. Está cubierto de electrodos y de tubos que lo conectan a una serie de dispositivos médicos. La voz de un ordenador le pregunta cosas mientras dos brazos robot se ocupan de que no se caiga y de ir retirando electrodos y tubos. Pero él no recuerda ni su nombre ni dónde está ni apenas, lo que le hace suponer que ha sufrido un grave accidente.
Al poco, cuando por fin consigue sentarse, descubre que en la habitación hay otras dos camas repartidas a iguales distancias que están ocupadas por otras dos personas. Así que pasa a pensar que quizás esté en una especie de cámara de aislamiento por algún tipo de enfermedad contagiosa. Lo malo es que esas otras dos personas están muertas. De hecho llevan mucho tiempo muertas, pues están casi momificadas.
Sin meterme mucho más en la trama de la novela y sin pasarme de lo que dice en la descripción, nuestro protagonista resulta ser el profesor de instituto Ryland Grace. Que está en una nave espacial a años luz de la Tierra con la «simple» misión de salvar a la humanidad.
Y él sigue sin recordar quién es, aunque poco a poco unos flashbacks le van revelando cosas de su pasado, aunque llegan sin un orden determinado, lo que complica el asunto …