Si hay un escritor cuyo legado siga actualmente en activo ese es J.R.R. Tolkien. A sus maravillosos libros, los cuales hemos devorado una y otra vez, hay que sumarles nuevos relatos rescatados por su hijo Christopher, videojuegos basados en sus propiedades intelectuales, películas irrepetibles, series para televisión y todo lo que se os ocurra.Enamorado de la fantasía desde siempre, también las letras y la lingüística ocuparon un lugar más que destacado en su corazón. Ya en su infancia, John Ronald Reuel Tolkien aprendió latín, francés y alemán de su madre, siendo el latín de su especial gusto por su melodiosidad (el lenguaje y la gramática para Tolkien siempre fueron una cuestión de estética y eufonía), algo que el autor británico siempre ha tenido en muy alta estima. De ahí y de su propia inquietud nacieron varias lenguas construidas, o sea, inventadas a través de otras en uso o ya en desuso, y de entre todas ellas destaca la que hoy nos compete, el sindarin, que por cierto puede escribirse en sarati, tengwar o cirth, los sistemas de escritura que nacieron igualmente de la mente del también poeta y profesor.Los sindar y su lengua¿Quiénes son Beren y Lúthien?Su mujer fue su musa y su inspiraciónLos sindar y su lenguaTambién llamados los elfos grises, imaginaréis entonces ya la importancia capital que han tenido en las historias de Tolkien, como El Hobbit o El Señor de los Anillos, por citar las más conocidas e influyentes. Legolas, Celeborn, Elrond y Arwen forman parte de …