El carding es un tipo de ciberestafa que consiste en hacerse con los datos de tu tarjeta de crédito —normalmente sin que te des cuenta— para utilizarlos y hacer compras que pagarás tú pero que recibirán los delincuentes. Para ellos es un negocio redondo, pero para ti no tanto.
De todos modos, hay medidas que podemos tomar para ponérselo más difícil a los criminales, e incluso una buena precaución es utilizar Apple Pay —tanto en persona como online— para hacer compras. De hecho, es la única forma de asegurarse al 100% de que no obtendrán los datos de nuestra tarjeta.
Qué es el carding
Imagina que quieres comprarte un iPhone 15 Pro Max pero te parece muy caro, o quizás no tengas el dinero suficiente, o simplemente no quieras gastarlo. Te apetece mucho tener el teléfono nuevo, así que decides hacerle una foto a la tarjeta de crédito del vecino sin que se entere y utilizarla para hacer tu compra. Eso es un ejemplo de carding.
En general, el carding es la obtención de los datos de la tarjeta —card, en ingles— de un tercero para utilizarla en compras sin que se entere. Son muchos los métodos que hay para eso, desde la mítica foto desde lejos, hasta el acceso a bases de datos de tiendas online en las que hayas podido pagar algo. En los casos más sofisticados incluso se han visto lectores falsos en cajeros de bancos, puestos por los …