Existe una sensación de impunidad en internet. A medida que la conversación se ha trasladado a las redes sociales, la pugna entre libertad de expresión y la protección de uno de los pilares fundamentales de la evolución de internet, el anonimato, se ha acrecentado. Las grandes plataformas sociales como Facebook o Twitter han aprendido la lección, pero no son los únicos foros de discusión que existen en este interminable mar de conocimientos.
La hasta ahora desconocida red social Gab, que permanece ahora inaccesible temporalmente, se ha convertido en un pilar fundamental para conocer las verdaderas intenciones de Robert Bowers, sospechoso de perpetrar una masacre que en una sinagoga de Pittsburgh (EE.UU.) durante un rezo la pasada semana. El tiroteo se saldó con 11 muertos y otros 6 heridos. Un nuevo escenario de violencia en la que los investigadores tratan de esclarecer. Las primeras hipótesis apuntan a que el asesino, de 46 años, dejó plasmadas sus intenciones en esta plataforma, una especie de Twitter que ha cobrado cierta relevancia como herramienta de discusión de simpatizantes de ultraderecha. En los últimos años, de manera discreta y casi silenciosa, ha venido ganando fama hasta el punto que este año acumuló 5 millones de dólares en inversión privada.
Mezcla de Twitter y Reddit
Este servicio digital nació oficialmente hace dos años coincidiendo con la «limpieza» de Twitter y Facebook de cuentas que fomentaban el odio. Con el lema de «sin censura», el servicio permite a sus usuarios leer y escribir mensajes multimedia de …