Si algo caracteriza a los documentos legales es que son muy difíciles de leer. Generalmente esto se debe a la jerga propia de este tipo de textos, muchas veces anticuada y compleja. Esto es un verdadero dolor de cabeza no solo para los no iniciados en el ámbito jurídico, sino también para los propios abogados.
Investigadores del MIT han descubierto otra razón detrás de la complejidad de los textos jurídicos. De acuerdo con este estudio, el problema no radica solo en el uso de palabras complejas, sino en la forma en la que se estructuran las frases y en el uso excesivo de términos técnicos, incluso cuando existen alternativas más sencillas.
La hipótesis del hechizo mágico
Este trabajo, publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences, partió de un estudio realizado previamente por los mismos autores, en el cual se compararon miles de contratos legales con textos de otros tipos. En aquella ocasión descubrieron un patrón: la inserción de definiciones largas en medio de oraciones simples. A esta estructura se le conoce como center embedding o incrustación central.
Los investigadores necesitaban entender el porqué del constante uso de esta estructura en los documentos jurídicos. Ellos creían que los textos legales empezaban con estructuras simples y que con el tiempo se añadía más información, definiciones y cláusulas dentro de oraciones ya existentes, Esto daba lugar a estructuras gramaticales más complejas, largas y confusas. A esta idea la llamaron "hipótesis de copiar …