Quizá no lo sabías pero manejar en chanclas o descalzo es un riesgo que podría desencadenar en un accidente. Ya sea manual o automático, tu vehículo cuenta con pedales, mecanismos que necesitan ser utilizados con gran precisión y rapidez, por lo que un calzado que resbale o te impida aplicar la fuerza necesaria, compromete por completo su funcionamiento.

Vamos a verlo desde otra óptica. Imagina que es un cálido día de verano, estás en la playa y decides vestirte fresco, por lo que llevas puestas unas chanclas. En algún momento decides ir a comprar agua, subes a tu auto, enciendes el motor, comienzas tu recorrido y desafortunadamente se cruza una motocicleta en tu camino.

Lo primero que cualquier persona haría es frenar, sin embargo, al momento de hacer una acción de emergencia tu calzado se desacomodaría del pie ya que no tiene soporte para el talón, lo que provocaría que no pises adecuadamente el pedal y tengas la necesidad de hacer una maniobra evasiva de emergencia. Sin duda un accidente que es más común de lo que pensamos y que podría ser evitado al usar el calzado adecuado.

Algo similar pasa con manejar descalzo, en una situación de emergencia, no tendrás la oportunidad de aplicar toda la fuerza necesaria para salir bien librado. Además, si por alguna razón el golpe llega a la cabina, tus pies estárán completamente expuestos, por lo que podrías lastimarte de gravedad o incluso perder tus extremidades.

Recuerda …