Después de cinco años, ha llegado el momento. Estas vacaciones pasadas he comprobado como la autonomía de mi Apple Watch Series 4 ya no aguantaba más de 60 minutos de actividad física sin apagarse a media tarde, con que la decisión está tomada: tocará renovarse a un Apple Watch Series 9 cuando éste está disponible en las tiendas.
Pero esta renovación no va a ser un simple cambio de dispositivo: quiero que este nuevo Apple Watch cambie mis hábitos. Y no va a ser sencillo, porque son unos hábitos que llevan conmigo desde que estrené el primer Apple Watch en 2015.
Un usuario del Apple Watch es definido por dónde y cuándo lo carga
Personalmente no tengo ningún problema en tener que cargar el Apple Watch a diario. Pero hasta ahora siempre lo he hecho durante la noche, dejándolo encima de la mesilla después de irme a dormir. Con mi primer modelo, el Series 0, eso era lo normal. Pero incluso con las mediciones del sueño que me ofrece mi Series 4 y watchOS 9, no he logrado acostumbrarme a dormir con el reloj.
El consejo inmediato que me han dicho los usuarios de un Apple Watch que tengo a mi alrededor es cargar el reloj mientras me ducho o incluso mientras trabajo sentado en la mesa, de modo que la localización de ese cargador ya cambiaría de mi mesilla de noche a la mesa de mi despacho.
El cambio …