En 2011, Apple estuvo a punto de tomar una decisión que podría haber cambiado para siempre los iPhone, iPad y Mac que tenemos hoy. Elegir entre Intel y TSMC como socio para fabricar sus chips fue algo que se barajó intensamente cuando Tim Cook llegó al cargo de CEO. Y es que hoy en día lo vemos muy claro con los chips M4, el A18 del iPhone 16... Pero lo que pocos saben es que esa decisión estuvo peligrosamente cerca de inclinarse hacia Intel, hasta que el fundador de TSMC intervino para evitarlo. Su misión: garantizar que Apple no cometiera un gran error.
Intel hizo tambalear a Apple, pero TSMC tenía algo más
A principios de la década de 2010, Apple ya estaba diseñando sus propios procesadores para el iPhone y otros productos. El iPhone 4 estrenó el chip A4. Luego llegaron los primeros iPad... Sin embargo, Apple necesitaba un socio tecnológico capaz de convertir esos innovadores diseños en realidad. En ese momento, el gigante surcoreano Samsung tenía el control como el principal proveedor de chips de Apple. Pero, debido a la creciente rivalidad entre ambas compañías en el mercado de los smartphones, Tim Cook decidió buscar alternativas.
Dos nombres surgieron como candidatos principales: Intel, el titán estadounidense que ya proveía procesadores para los Mac, y TSMC, una empresa taiwanesa conocida por ser una foundry que fabricaba chips diseñados por terceros. Aunque TSMC parecía la mejor opción sobre el papel, Intel desplegó …