Dentro del argot videojugador es sabiduría popular que los juegos de FromSoftware son sinónimo de retos demandantes que no están diseñados para la generalidad del público, y títulos como Bloodborne, Sekiro y las tres entregas de Dark Souls son firmes testimonios de ello.
Hablando de Dark Souls, la saga tuvo su origen en 2009 con Demon’s Souls, una exclusiva de PlayStation 3 que desde una perspectiva en tercera persona llevó a los usuarios a través de una experiencia de acción y rol en la que el maestro fue el constante fracaso, cortesía de una dificultad diseñada para evocar la de los juegos clásicos.
De ahí brinquemos 11 años hacia adelante hasta llegar a 2020, año en el que junto con el lanzamiento de PlayStation 5 llega un remake de Demon’s Souls ya no desarrollado por FromSoftware, sino por Bluepoint Games -estudio que se ha especializado en hacer ports remasterizados de juegos del pasado y que en 2018 entregó el remake de uno de los títulos más celebrados de todo el catálogo de PlayStation: Shadow of the Colossus.
Con ese dominio del remaster y el remake, Bluepoint Games -con asistencia de Sony Interactive Entertainment Japan Studio– llega con un refrito de Demon’s Souls construido desde cero que actualiza los visuales y aprovecha la tecnología de PlayStation 5, a la vez que respeta la experiencia original para ofrecer a los usuarios un reto intimidante y de visuales asombrosos apenas entren a la nueva generación de consolas.El reino de Boletaria ha sido invadido por una …