Está comprobado que las adaptaciones fílmicas de videojuegos por lo regular son productos débiles, no importa si se les ve como trabajos derivados de un producto interactivo o como películas por sí mismas.
Por eso una adaptación del videojuego Detective Pikachu se antojaba desde su anuncio como una cinta destinada a la baja calidad con la que se asocia a estas producciones. Pero para nuestra sorpresa no solo se trata de una película que logra entretener y divertir, sino también de uno de los mejores filmes basados en videojuegos.

Ciudad Ryme es una región en la que la relación entre humanos y Pokémon es de convivencia, no basada en que los primeros entrenen a los segundos para competir. En ese contexto, un chico es informado de que su padre está desaparecido, quizá muerto.
Cuando llega a la casa de su padre, encuentra al Pikachu que le pertenecía a este y descubre que puede entablar conversaciones con él, de forma que los dos emprenden una aventura que los llevará por distintas regiones y en la que conocerán a distintas personas en su búsqueda por desenterrar la verdad detrás de la desaparición.

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En su idioma original, Detective Pikachu evidentemente se beneficia del talento de voz de Ryan Reynolds, quien le da al tierno Pokémon un toque de la personalidad que le da a Deadpool. Pero más allá de obviedades, esta es una película que funciona gracias a sus eficientes apartados narrativos y visuales.
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