Ferdinand Georg Waldmüller, pintor y escritor austriaco conocido por sus retratos, es el autor de esta pintura peculiar de una joven caminando por un pequeño camino de tierra entre árboles. En principio no hay nada raro en la imagen, hasta que miras a sus manos y ves... ¿un iPhone?
Cada cierto tiempo aparece un cuadro, una pintura, o una foto de hace 100 años en la que se vislumbra un dispositivo que era materialmente imposible que existiese en esa época. Muchos fans de las teorías de la conspiración, e incluso el propio Tim Cook, las utilizan para justificar la existencia de viajeros en el tiempo, pero no podrían estar más lejos de la realidad.
No es un iPhone, pero nuestro cerebro nos hace creer que sí
&
Lo que sucede en estas imágenes es, fundamentalmente, fruto de la poca resolución de las cámaras de antes y la falta de claridad en pinturas, una dosis de sesgo confirmatorio y costumbre. Es exactamente lo que sucedió con el cuadro de “La Esperada”, en el que muchos afirman ver un iPhone en manos de una niña que va caminando por el monte.
El sesgo de confirmación es una tendencia natural que tenemos todos y que nos lleva a darle mayor valor a aquellas teorías, datos y tesis que refuercen una idea que previamente teníamos en la cabeza. Por ejemplo, si creemos que la situación económica de España está bien, de presentársenos dos gráficos completamente opuestos relacionados …