El concepto de reeditar videojuegos para lanzar supuestas versiones mejoradas de ellos varios años después de que su primera edición vio la luz del día, es una práctica que tiene más tiempo en la industria de lo que muchos se podrían imaginar. Desde haber porteado grandes clásicos del arcade a consolas como el Atari 2600 o NES, hasta las remasterizaciones HD que vemos actualmente, este tipo de actividades seguirán su curso dentro del medio con todo y esa resistencia por parte de un sector mucha veces mal justificada. Para fortuna de todos los que amamos con locura el trabajo de Ken Levine, BioShock: The Collection es un producto que respeta a las obras originales de una manera muy especial.