Que Final Fantasy XIV se mantenga estable, vivo y con mucho futuro por delante se debe en buena medida a Naoki Yoshida, productor del título que con su gran experiencia en juegos MMORPG ha sabido brindarle a sus seguidores material del que simplemente no quieran despegarse. La más reciente expansión del juego, Shadowbringers, es un claro ejemplo de lo que digo. Más allá de llevarnos a vivir una nueva aventura en compañía de los Warriors of Light, ésta nos plantea una trama profunda y oscura, con una perspectiva que nos deja ver un lado desconocido del mundo de Hydaelyn y que expande aún más su historia. Vaya, no se trata de una expansión que se limita a continuar con el viaje de nuestro protagonista, sino de una que se arriesga a ir más allá y a abrir nuevos e impensados caminos narrativos.