Anteriormente, ver el nombre de Tom Clancy estampado en algún título podía ser interpretado como una especie de sello de calidad, por decirlo de cierta manera. Las sagas de Ghost Recon y Rainbow Six en particular, se caracterizaban por brindarnos una experiencia de combate táctico como ningún otro shooter lo hacía en su momento. Los enfrentamientos eran difíciles, y llegar a ellos sin una estrategia previa solo resultaría en tu muerte y la de tu escuadrón.