Estamos en un momento en que los desarrolladores independientes han decidido apostar por la nostalgia del jugador, trayéndonos títulos que hacen clara referencia a la época del NES y SNES. Es así como hemos visto desfilar decenas de juegos que usan una estética de 8 y 16 bits para contarnos historias que evocan directamente a nuestros primeros días como jugadores.