Liberar a la plantilla de un restaurante de tareas peligrosas y repetitivas para que se pueda centrar en la creatividad culinaria y la relación con el comensal puede ser el principal trabajo de los robots especializados en hostelería.
Así lo considera Marius Robles, cofundador de Food By Robots, con la que busca acelerar los beneficios de la robótica para «revolucionar la forma en que comemos» a través de alianzas con empresas de robots colaborativos, marcas de alimentación, grupos de restauración y cadenas hoteleras.
Robles, que ha participado la semana pasada en el congreso WeAreCobots en Madrid, explica a Efe que la hostelería es un sector «con alta rotación y un nivel de vacantes preocupante» y que hay «una creciente crisis laboral en la industria de los restaurantes, donde existen grandes dificultades para encontrar fórmulas para retener el talento», problemas que puede paliar la robótica de forma escalonada.
De los «torpes» robots humanoides que debutaron como camareros en Asia a finales de los 90 y que eran objeto de selfis, se pasará a «un boom de robots baristas, cocteleros, para el servicio de habitaciones de los hoteles y que asumirán tareas peligrosas y sumamente repetitivas en las cocinas» para llegar entre 2023 y 2030 a la entrada de la inteligencia artificial, lo que implicaría además «reformular el acto de comer».
Para esa época, augura, la combinación del 5G con la robótica permitirá «a un jefe de cocina a 2.000 kilómetros de su restaurante, con su equipo completamente repartido por el mundo, …