Cuando contratamos conexión a Internet con un proveedor lo más común es que nos instale un modem-router para poder acceder a la red. Cada compañía monta unos equipos determinados, muchas veces preparados para acceder a otros servicios que proporciona como la televisión o el teléfono fijo, y el usuario no tiene que preocuparse de otra cosa que introducir la contraseña en sus dispositivos.
Aparte de que suelen tener algunos parámetros bloqueados para que el usuario no pueda acceder a ellos, también se caracterizan por no ofrecer el mejor rendimiento posible. Esto se traduce en que obtener toda la velocidad contratada por Wi-Fi es casi imposible si nos alejamos unos pocos metros del router, y que la señal no llegue a todos los puntos del hogar si tiene un tamaño medio.
Muchos usuarios con pocos conocimientos informáticos y de redes que, además, hacen un uso básico de Internet no suelen ser exigentes en cuanto al rendimiento de la conexión, y como mucho hacen algunos apaños a través de repetidores de señal que “solucionan” el problema, aunque no de la mejor manera.
El Wi-Fi 6 empezó a introducirse en dispositivos en 2019, y a día de hoy, aunque no está todavía muy extendido, los fabricantes ya lo suelen incluir en muchos de sus ordenadores, tabletas y smartphones de cierto precio, y a medida que se estandarice hasta los más económicos serán compatibles.
Uno de los fabricantes que ya lo incluye en varios de sus equipos es Apple. Está presente en los iPhone …