En los últimos meses hemos visto cómo los efectos del COVID-19 han repercutido en la industria de videojuegos. Desde retrasos de juegos, hasta una baja producción de consolas. Uno de los más afectados por esta pandemia es Sony, los cuales se vieron en la necesidad de retrasar indefinidamente The Last of Us Part II debido a problemas con esta enfermedad. Ahora, parece que Ghost of Tsushima sufriría el mismo destino, aunque no al mismo nivel.