Comencemos el artículo con un pequeño experimento. Echa un vistazo a las dos URLs siguientes, y responde, ¿a qué dominio dirigen?
Si has pensado 'Fácil, a bbc.com', tienes razón a medias: la primera URL conduce a ese dominio… ¿la segunda? Ni por asomo. Si estás confundido es porque, a pesar de que los usuarios de Internet nos pasamos el día clicando en URLs, en realidad sabemos poco sobre ellas.
El truco de la arroba
La cuestión es que, en realidad, todo lo que hay entre 'https://' y el símbolo de la arroba está siendo ignorado por el navegador. En origen, los dominios web podían tener una estructura similar a los e-mails, indicando un 'nombre de usuario' antes de la '@'.
En caso de usarlo, le estábamos diciendo al sitio web que nos logueara con dicho username. De hecho, podíamos usar la siguiente estructura para incluir la contraseña también en la URL:
http:// user:[email protected]
En Genbeta
Por qué es importante esperar si te llega un enlace sospechoso: 1 de cada 3 webs de phishing desaparece durante sus primeras 24 h.
Sin embargo, hoy en día los navegadores modernos, por seguridad, evitan que sus usuarios puedan autenticarse accidentalmente con un solo clic en sitios web, por lo que ignoran todo lo que introduzcamos antes de la arroba y se limitan a dirigir al usuario a la parte de la URL …