Tras muchos años de espera, el pasado mes de agosto por fin comprobamos con nuestros propios ojos que era cierto lo que prometían: la película creada y dirigida por Fede Álvarez (No respires) recupera el terror espacial puro que hizo famoso a la franquicia, considerada una de las mejores de todos los tiempos dentro de los géneros de terror y ciencia ficción. Eso sí, no es apta para personas con claustrofobia.En un futuro no muy lejano, concretamente en el año 2142, la corporación Weyland-Yutani envía una sonda espacial para investigar los restos del famoso USCSS Nostromo, la nave de la primera película. Durante esta misión, la sonda recoge un objeto orgánico que contiene algo que desencadena una serie de eventos catastróficos: un xenomorfo. Se trata de un ser extraterrestre y parasitoide que no existe en la vida real, pero sí en esta popular franquicia, donde además es el antagonista.Un regreso a las raíces del terror de la saga originalLa historia se centra en Rain Carradine (Cailee Spaeny), una joven huérfana que vive en la colonia minera Jackson's Star junto a su hermano adoptivo, Andy (David Jonsson), un humano sintético reprogramado. Tras ser forzada a aceptar un nuevo contrato de Weyland-Yutani, Rain se une a su exnovio Tyler (Archie Renaux) y a un grupo de amigos para llevar a cabo una misión arriesgada: recuperar cámaras de criostasis de una nave espacial abandonada, la llamada Romulus, que son cruciales para su plan de escapar al planeta Yvaga. Sin embargo, cuando despiertan accidentalmente …