Sam Altman, cofundador y CEO de OpenAI, reflexiona sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial General (IAG) y su potencial para convertirse en la tecnología más transformadora de la historia humana. En un documento personal que repasa la trayectoria de la empresa desde sus inicios, destaca cómo esta tecnología podría revolucionar la sociedad al resolver problemas complejos y acelerar el progreso científico.OpenAI se fundó en 2015 con la visión de crear sistemas de IA capaces de igualar o superar las capacidades humanas en múltiples dominios. Aunque inicialmente fue recibida con escepticismo, el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 marcó un punto de inflexión. La plataforma alcanzó 100 millones de usuarios en dos meses y superó los 300 millones semanales en 2024, demostró capacidades de razonamiento complejo que no estaban previstas y validó la estrategia de desarrollo iterativo, donde cada versión se mejora con retroalimentación real.¿Estamos ante la tecnología que cambiará el curso de la humanidad?Por ello, el crecimiento exponencial de OpenAI trajo consigo desafíos inesperados. La organización, originalmente un laboratorio de investigación, tuvo que transformarse rápidamente en una empresa con productos comerciales, lo que implicó una demanda sin precedentes de capital y recursos humanos.Un momento crítico ocurrió el año pasado, cuando Altman fue despedido temporalmente durante una crisis de gobernanza. En las reflexiones de su propio blog Altman reconoce que el camino ha estado lleno de contradicciones: momentos de euforia por avances revolucionarios, junto con periodos de estrés y conflictos internos.La visión actual de OpenAI se centra en superar …