La pugna entre las grandes potencias por controlar la inteligencia artificial pasa ya de lo técnico a lo político. Sam Altman, el jefe de OpenAI, no se ha mordido la lengua en los últimos meses y defiende a capa y espada que Estados Unidos tome la delantera en este terreno. No habla solo de quién crea mejor tecnología, sino de quién dictará las reglas del juego mundial y si prevalecerán valores democráticos o autoritarios en el desarrollo tecnológico del futuro.Según podemos ver en este clip de Instagram, lo que está en juego con la IA va mucho más allá de quién vende más productos o servicios, se trata de quién tendrá la sartén por el mango en el tablero mundial. Altman no se anda con rodeos: si China adelanta a EE. UU. en esta carrera, Washington podría ver comprometida su hegemonía y el desarrollo tecnológico podría caer bajo la influencia de valores muy distintos a los occidentales.Altman dibuja su hoja de ruta para mantener la supremacía estadounidenseVer esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Neo Niche (@theneoniche)El plan de Altman para mantener a EE. UU. a la cabeza tiene cuatro patas: blindar los sistemas digitales del país contra ataques, levantar centros de datos y plantas energéticas a mansalva, poner puertas al campo de la tecnología con controles a la exportación, y montar un "guardián global" que vigile cómo se desarrolla la IA en todo el mundo. Con estas ideas, Altman deja claro que ve la IA como un tesoro nacional …