Siempre que se habla de las películas más caras de la historia, Disney aparece en la conversación con sus producciones de Avengers o Los Piratas del Caribe, pero la realidad es que existe otro contendiente que elevó la cifra de una manera gigantesca. Nos referimos a Star Wars: Episodio VII – El despertar de la Fuerza.

Se trató de la primera película de Star Wars creada por Disney tres años después de que la dueña de Mickey Mouse decidiera pagar más de 4 mil millones de dólares por Lucasfilm Ltd. Al ser el “juguete nuevo”, no escatimaron en gastos y decidieron invertir 533 millones de dólares, una completa locura.

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El detalle es que, cuando revisamos cifras, no aparece como la más cara de la historia y eso implica una clase magistral de finanzas por parte de Disney. Resulta que, para amortiguar el gasto, la empresa decidió rodar la película en Pinewood Studios en el Reino Unido, logrando formar parte de un plan fiscal donde reciben un reembolso en efectivo del 25% en todo lo gastado, como lo reportó Forbes:

“Esto le permitió beneficiarse del plan de desgravación fiscal cinematográfica del gobierno del Reino Unido, que permite a las productoras recibir un …