Mientras muchas empresas se empeñan en meter a sus plantillas en las oficinas en el modelo de trabajo tradicional de cinco días a la semana y ocho horas cada día, muchos son los estudios que están demostrando que se pueden sacar adelante las tareas necesarias con modelos laborales alternativos. Por ejemplo, una jornada de cuatro días en vez de cinco ha demostrado tener beneficios, según diferentes estudios y pruebas prácticas.
Hay un libro que analiza a fondo el tema: “Do More in Four: Why It’s Time for a Shorter Workweek,” (O, "Haz más en cuatro, por qué es hora de una semana laboral más corta") donde, entre varios asuntos interesantes, sus autores afirman que, con el enfoque adecuado, los empleados, las empresas y la sociedad tienen capacidad de hacer más cuando trabajan menos días. Y hay muchos aspectos que pueden explicar este fenómeno.
Los autores explican que no es que, automáticamente una persona haga más tareas si echa menos días y horas en su puesto de trabajo, sino que hay una serie de factores que llevan, a la larga, a una mayor eficiencia: se registran menos bajas laborales, se encuentran trabajadores más productivos y se ve una rotación de personal mucho menor (no hay que olvidar que las empresas pierden mucho tiempo y dinero teniendo que enseñar las tareas a nuevas personas y que, por eso, no compensa perder a los profesionales)
En Genbeta
La jornada laboral de cuatro …