Hoy en día las redes sociales, el correo electrónico, otros medios como los mensajes telefónicos o las apps como Whatsapp o Instagram son susceptibles para ser usadas por los cibernautas para acosar a otros.
El ciber-bullying, el ciberacoso, es un problema real y en muchas ocasiones no es fácil saber qué hacer o cómo defenderse.
El psicólogo estadounidense, Robin Kowalski, ha estudiado el tema e incluso ha publicado libros sobre el mismo. El acoso a través de Internet puede darse en chats, en redes sociales, en mensajes de texto e incluso en los juegos.
Probablemente el común denominador de todas estas agresiones a los usuarios se basa en esta relativa capacidad de hacer anónimos a quienes insultan y agreden.
Tipos de ciber-acoso
Hay muchas formas de ciber-acoso, como menciona Kowalski: insultos electrónicos y repetición continua de los mismos que caen en lo que denomina hostigamiento, por ejemplo.
También se hace uso de “fake news” para desacreditar a la víctima y esto se puede hacer con fotos editadas digitalmente o incluso con un deep fake, que es un video en donde aparezca en actos íntimos cuando en realidad todo es una producción digital.
Por supuesto que este ciber-acoso tiene un sinfín de vertientes. Por ejemplo, si alguien logra hacerse de la cuenta y contraseña de la víctima, puede usar esto para poner mensajes denigrantes, violentos, con la intención -de nuevo- de desacreditar a la víctima.
Otra posibilidad es que el acosador se haga de fotos comprometedoras (o videos), y decida amenazar a la víctima con publicarlos …