Estados Unidos ha celebrado este jueves las primeras elecciones legislativas desde que Donald Trump
llegó a la Casa Blanca. El año que viene, en España se celebrarán las elecciones autonómicas aunque antes, en diciembre, a los andaluces les tocará elegir quién será su próximo presidente. Y así sucesivamente. La clave de todo ello es que hay un antes y un después tras el escándalo de las «fake news», o, dicho de otra manera, de cómo las informaciones falsas que circulan por la Red pueden decidir quién será el próximo presidente de un país.Desde el año 2016, cuando Trump se impuso a Clinton en las elecciones de EE.UU., las grandes compañías tecnológicas, como Facebook y Twitter, han luchado por combatir las informaciones falsas que se difunden por internet de una manera tan veloz que en ocasiones resulta incontrolable. Pero no solo las grandes tecnológicas han invertido grandes esfuerzos, también los gobiernos. Este martes, sin ir más lejos, España y Rusia pactaron la creación de un grupo de seguridad para frenar la difusión de noticias falsas.
Además, por primera vez, la Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada en diciembre de 2017, incluyó el la lucha contra las «fake news» como una amenaza más. «Actos como el uso y difusión de la información y datos sensibles y acciones hostiles que incluyen actividades de desinformación e interferencias en procesos electorales representan hoy un desafío de grandes dimensiones», asegura el documento del Consejo Nacional de Ciberseguridad, entidad encargada de vigilar este tipo de contenido.
«Estamos …