El boom de las muñecas sexuales ahora con una supuesta inteligencia artificial, de moda en España con la llegada de nuevos proveedores, abre una ventana a varios debates.
'El Hombre Bicentenario', película protagonizada por Robin Williams en 1999, ya dibujaba un futuro en el que los robots con forma humana ocuparían un lugar en el día a día de los seres humanos. 'Yo, Robot', en 2004, basado en las tres leyes de la robótica de Asimov también apuntaba a una realidad futura mucho más perversa, pero igualmente probable.
De momento, con una robótica en pañales, una de las pocas aproximaciones que existen en el sector es la de las controvertidas muñecas sexuales o sex dolls. Aunque se trate de un mercado en auge, son pocos los que se aproximan al mismo.Aterrizando en España con reparos morales
Sin fabricantes nacionales, también existía una ausencia completa de distribuidores. Sex Doll Spain, dirigida por Mohamed Ali, encontró el hueco de mercado. Comenzando por lo obvio, con un sex shop, pronto identificaron el crecimiento de las búsquedas en España y resto de Europa del concepto sex doll. Había poca competencia en aquel momento; un par de players en Alemania y Francia, pero poco o nada en España. Ahora, se juntan con Amor de Goma o Wodaabe, este último distribuidor oficial de la marca por excelencia de muñecas sexuales: WMDOLL.
Encontrado el nicho había que afrontar los dilemas morales planteados sobre las referencias que se le atribuyen al producto, y llegar a un acuerdo con los fabricantes. Para …